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Inglés por tu cuenta

Mi experiencia aprendiendo inglés en Londres

Unas pinceladas a mi experiencia aprendiendo inglés en el pasado y en mi viaje de verano a Londres.

Unas notas del pasado

En mis años de instituto siempre destaqué en los idiomas y jamás llegué a pisar unas clases extraescolares de repaso.

Es más, en selectividad fue mi nota más alta por encima del 9. Así pues, yo siempre había pensado que ya sabía inglés.

Durante los años de carrera, dejé el inglés completamente de lado porque pensé que al no estar relacionado con mis estudios, no me serviría para nada.

Así que desde los 18 a los 27, el inglés no existió para mí.

Creo que tampoco perdí lo que sabía, pero cuando quise emprenderlo de nuevo, fuí consciente de que el inglés que me habían enseñado en el Instituto no servía para nada pues carecía de lo más importante, capacidad para entenderlo y hablarlo.

De vuelta al redil

Hace aproximadamente cuatro años y tras un viaje a Londres, me percaté de que mi inglés no solo era de nivel intermedio bajo, sinó que mi speaking era prácticamente nulo.

A cualquier pregunta que me hicieran solo podía responder con monosílabos y si tenía que construir una frase, obviamente ni siquiera seguía las normas gramaticales.

Mi listening, además, flojísimo. Soy de esas que cuando preguntan: “Could you repeat that question?” hasta 3 veces y no lo entiende, me limito a sonreir y “a otra cosa mariposa”.

Me agobié tanto en aquel primer contacto real con el inglés que recuerdo haber llorado a moco tendido en Euston Station sin, que curiosamente, nadie reparara en mí.

Meses después, con esa espinita clavada, volví al mismo lugar decidida a quedarme unas semanas (no disponía de más tiempo) y vivir la experiencia de aprender inglés con nativos en un entorno completamente angloparlante y, además, en una academia acreditada.

Preparando el viaje

Estive unos meses preparando el viaje. Esto es, buscando academias, valorando si quedarme en residencia o con una familia nativa así como repasando apuntes “a saco” para no ir con la mente completamente en blanco.

Me llamaron desde la academia One to One English en Covent Garden para concertar una entrevista y asignarme a un nivel.

Para ello, me preparé preguntas, respuestas, diálogos en general…y en definitiva, me lo curré bastante. De hecho, cuando me hicieron la entrevista telefónica decidieron asignarme al nivel B2 (olé, tengo más nivel del que pensaba…que puntazo!).

Craso error, pues si no me hubiera preparado nada, el nivel asignado hubiera sido el que realmente tenía…

Así que, a principios de Julio de 2013, compré un billete y me dispuse a pasar 3 semanas en una familia de acogida de estudiantes de inglés (no sé porqué desheché la idea de la residencia pero sinceramente creo que podría haber obtenido mejores resultados…).

Llegué feliz, pensando que a mi regreso a España hablaría un inglés de 10, de lujo.

Nada más lejos de la realidad, y por diversos motivos que a continuación relato.

¿Porqué no aproveché esta experiencia?

  • Conocía a gente española que estaría por allí en aquellas mismas fechas y me juntaba con ellos para salir a cenar, a tomar algo, ver musicales etc. No me juntaba con nativos. Siempre se ha dicho que los británicos son serios y difíciles. Ahora bien, tampoco lo intenté.
  • La familia se portó bien conmigo pero yo pequé de antisocial, porque cuando llegaba a casa tarde saturada de la clase no me apetecía nada juntarme con ellos. Desaproveché una magnífica oportunidad en ese sentido.
  • En la academia, tal como dije antes, me asignaron a un grupo superior del mío, el B2 y me costaba seguir la clase. Iba, si me perdonáis la expresión, “de culo”. Curiosamente tenía unos dolores de cabeza cada vez que salía de allí consecuencia de mi esfuerzo sobrehumano.

Sin embargo, no todo fue malo porque desaproveché una oportunidad de aprendizaje pero viví magníficas esperiencias en Londres que es una ciudad increíble a muchísimos niveles y que visitaré hasta que muera.

Lo que más me enseñó la experiencia fue HUMILDAD, porque yo que erróneamente pensaba que tenía un buen nivel de inglés me topé con la realidad.

Así aprendí que si de verdad quería progresar debería tragarme el miedo, la vergüenza y el orgullo y LANZARME A HABLAR.

No es un camino fácil, pero nadie dijo que lo fuera…

Si queréis compartir vuestras experiencias/desengaños pueden ayudar a muchos, porque irte afuera no siempre es sinónimo de éxito y como en mi caso, de los errores también se aprende.